¿Y de mi corazón? ¿Qué hay de él?
Mi corazón ya ha dejado de latir, por el simple hecho de que esta marchitado por esas lagrimas de sangre. Obligándose a encerrarse en un cubo de hielo, por miedo al apuñalamiento del dolor.
¿Es triste?... quizá lo sea, pero no hay fuerza alguna que machaque al optimismo, mi optimismo.... que desde la oscuridad engendrada… surgiendo en forma de llama.
Fuego de vida que derrite al hielo más duro y oscuro, influenciada por mi alma y penetrada por el frio del pasado.
Y pensar que todo esto se debe a mi inocencia y a la confianza que entregue a las personas que me fallaron atrás… o… quizá… ¿ los falle a ellos?
Debido a todo esto… he aprendido que nunca he de apagar mi corazón, pero sin embargo no permitiré que me afecte las cosas malas a mi alrededor. Por ello dejare mi alma fría, de momento… pero mi corazón encendido, porque sin él… no podría comprender las cosas de la vida, y lo más importante… el sentimiento de querer.