domingo, 12 de junio de 2011

cuenta atras.Vol.1


Las horas del reloj pasan tan deprisa que no doy cuenta al sentido, que reprimo en mí.
Las noches de soledad, me hacen ver aquellas estrellas que adornan a una oscuridad vacía.
Me dedico a recordar aquel viaje de invierno en autobús, en donde cada momento echaba una sonrisa de timidez hacia la ventana. Mi corazón empezaba a latir cada vez más deprisa de la emoción que brotaba desde lo más profundo de mí.
Los nervios, me hacían mirar el reloj cada 10 minutos, mientras mi imaginación, invadía mi mente pensando en el momento del gran beso que llegara.
Los minutos empiezaban acortándose, dándome cuenta que estaba a punto de llegar.
El trayecto se termino, así que disponía a coger mi equipaje y bajar lo más rápido posible.
La estación estaba llena de gente, pero no me interponía verla a ella, con su gesto de timidez mirando hacia el suelo y cogiéndose las manos con fuerza.
Me dirigí hacia ella con una sonrisa tímida y empezamos hablar de cosas estúpidas para romper el hielo en ese momento.
Cuando le cogí de la mano me di cuenta del momento que llevaba esperando… que al fin había llegado.
La confianza empezaba a salir en poco tiempo, mientras que nuestras sonrisas, brotaban de la emoción de al fin que estábamos juntos.

Aquel pequeño lago de patos, situado en un parque a la luz de la luna llena, nos encontrábamos ella y yo.
El silencio empezó a hacerme más grande, mientras que observamos a los patos nadar y al lago donde se reflejaba la luna.
El momento me estaba matando de no poderla besar, asique decidí cogerla de la mejilla y acercarme lentamente hasta poder besar sus labios.
Aquel beso no lo puedo explicar con palabras, porque fue más intenso que el fuego y más brillante que mil fuegos artificiales.