
Estoy feliz porque sé que el dolor de las heridas que tengo, hacen engrandecer a mi corazón con más ternura, cariño, pasión y amor, y esto me hace apreciar y fiarme de lo que siento. Creí que me volví duro como el diamante y frió como el hielo, porque lo que me afectaba para hacerme daño y caer en un pozo oscuro y hondo, al día siguiente se me pasaba.
A pesar de que empiece un nuevo reto que me abarcara mucho tiempo, me doy
cuenta de que no tengo la necesidad de callar, por el simple hecho de que
pierda o gane; y si pierdo, me agradara saber que abre perdido con estilo, sin embargo
tampoco tengo la necesidad de desaparecer para conseguirlo, así que me todos
los que me necesiten, me tendrán ahí, pero yo no daré el primer paso.
...
ResponderEliminar