.jpg)
La sensación es extraña porque aturde a tu mundo, y no comprendes lo que está pasando en ese momento, y te deja mudo y sin palabras. Reflexionas sobre lo ocurrido con una amarga añoranza e intentas solucionarlo para volverlo a tener, como si quitaran a un niño un juguete viejo que no da uso y reclama en llanto su vuelta. No somos tan distintos de cuando éramos pequeños.
Somos seres humanos que podemos cometer mil y un errores. No damos el trato adecuado a lo que tenemos… Pero jamás pensamos que lo perderemos. Y es cuando nos intentamos aferrarnos con una segunda oportunidad.
Quizá necesitamos asumir lo que perdemos y no ir detrás de ello, así podremos crecer un poco más. Y si algo merecemos… estará adaptada a nosotros, por lo cual el llanto de melancolía es innecesario cuando tú puedes encontrar algo mejor.